El trabajo con los Sueños
Los sueños han sido y siguen siendo objeto de estudio desde diferentes corrientes psicológicas. Desde la Gestalt, dado que es una terapia fenomenológica, los sueños se consideran como parte de la experiencia del individuo. Esto quiere decir que no se interpretan sus símbolos, sino que la manera de trabajarlos o usarlos terapéuticamente es vivenciarlos, y al hacerlo así el protagonista tomará conciencia de mensajes que tienen sentido dentro de su existencia. Se trata de recuperar algo que nos estamos diciendo a nosotros mismos/as pero no logramos satisfacer de forma adecuada.
Desde la Terapia Gestalt se trabaja de la siguiente forma con el sueño: cuento el sueño en presente, y luego adquiero el rol de los diferentes elementos que aparecen en el sueño (personas y escenarios). Después realizo diálogos e interacciones entre todos los elementos del sueño.
Por ejemplo, si sueño con un río que está seco, hace mucho sol y hay un anciano sentado debajo de un árbol podría ponerme primero en el papel del río: «estoy seco, normalmente llevo agua pero ahora no, algo no funciona bien en mi». Quizá me sienta triste al decir esto. A su vez podría decirle al sol: «me estás secando, me das demasiado calor».
Luego por ejemplo adquiero el rol del sol y podría responder al río: «yo soy como soy, busca una sombra o mira a ver por qué no traes caudal». Y quizá entonces me viene una imagen de mi jefe, y me doy cuenta de que en mi vida me estoy quemando con mi jefe y necesito generar otras actitudes respecto a él. Entonces siento miedo de lo que necesito hacer con él.
Luego tomo el rol del anciano y le digo al río que no se preocupe, que no pasa nada por hablar con mi jefe, y entonces me siento más confiado, etc.
Esto es solo un ejemplo inventado, no un sueño real, pero nos sirve de ejemplo para ilustrar la forma en que podríamos trabajar con él, vivenciándolo. Esta manera de trabajar es diferente a interpretar qué podría ser el río simbólicamente (si un río simboliza el padre, etc.). En Gestalt no se interpreta el símbolo, sino que de repente aparece algo en la conciencia al vivenciarlo, un mensaje que yo me doy, me empiezan a pasar cosas, siento cosas al ser un río, al sentirme seco, cosas que de repente se me relacionan con mi día a día.
Además, los símbolos de cada individuo son personales, para alguien un río puede significar su infancia porque vivía al lado de un río y para otra persona un miedo a ahogarse porque casi se ahoga en el mar cuando era pequeño.
Al vivenciar esos papeles, como si fuera un teatro, voy a empezar a sentir emociones que no me permito habitualmente o a descubrir cualidades negadas, juicios que me hago, etc. Este tipo de cosas son las que se observan experimentalmente si alguien comienza a vivenciar sus sueños de esta manera en un proceso de Terapia Gestalt.
Por eso nos damos cuenta de que en un sueño todo lo que aparece es la expresión de uno mismo, ya que al vivenciarlo aparecen cosas de mi día a día. Esto es así porque el organismo funciona como una globalidad y todo en él está relacionado, aunque posea distintas partes, y funciona como una unidad en busca de la autorregulación (de lo que necesita).
Desde la orientación Gestalt se puede utilizar el material de los sueños del cliente para ayudarle de diferentes maneras. Por ejemplo puede proporcionarle elementos desde los sueños que necesita integrar como aspectos negados de si mismo/a. También puede ayudarle a tomar conciencia de los diferentes elementos importantes de un conflicto vital, que aparecen en un sueño. Y puede comprender soluciones o mensajes relevantes que habitualmente no se permite explorar.